viernes, 26 de febrero de 2016

La verdad duele (Concussion,2015)***

Dir: Peter Landesman

Int: Will Smith, Gugu Mbatha-Raw, Alec Baldwin, Albert Brooks, David Morse, Eddie Marsan, 
Stephen Moyer, Luke Wilson, Adewale Akinnuoye-Agbaje, Bitsie Tulloch, Matthew Willig, Paul 
Reiser, Richard T. Jones, Mike O'Malley, Arliss Howard

DAVID CONTRA GOLIAT. 


Desafortunada traducción al castellano para su título original Concussion, aunque Game Brain (artículo publicado en GQ Magazine por Jeanne Marie Laskas que inspiró la película y que atrajo al proyecto de su producción a Ridley Scott) me parece todavía mejor. La historia que nos cuenta Peter Landesman, (curtido periodista de guerra que cubrió para importantes periódicos los conflictos de Ruanda, Kosovo y Afganistán) está evidentemente teñida de ese estilo indagador que ayuda a narrar con fluidez un filme que podríamos encuadrar como un thriller médico con tintes dramáticos y conspiración de poderes de por medio. 

Basada en hechos reales, el doctor de origen nigeriano Bennet Omalu, un neuropatólogo forense de amplia formación y cultura en otras muchas disciplinas, realiza la autopsia a un famoso jugador profesional de fútbol americano de Pittsburg (Pensilvania), uno de los lugares con mayor forofismo por este violento deporte. A través de este examen post mortem, y otros casos más de deportistas que morirán por supuestos suicidios, el doctor Omalu da con un patrón de daño cerebral que bautizará como ETC: encefalopatía traumática crónica. El actor Will Smith se mete en la piel de este profesional que recibirá por un lado el reconocimiento y admiración de algunos eminentes colegas y, por otro, deberá enfrentarse al lobby de poder que representa la NFL (Liga nacional de fútbol americano), lo que hará de su vida un auténtico infierno mientras intenta sacar adelante la verdad de sus investigaciones para evitar más muertes entre los jugadores veteranos. 

En cuanto a referencias, hay multitud de películas sobre fútbol americano  –entre todas ellas, El rompehuesos (The Longest Yard, 1974), de Robert Aldrich, sería una de las que rinden culto a esta “religión” norteamericana–, pero en este caso, como ya ocurría en la más que interesante El dilema (The Insider, Michael Mann, 1999), que mostraba la lucha contra las grandes tabaqueras, la cinta no va en la línea de glosar lo épico del deporte con todos sus tópicos (valor, dureza, masculinidad, trabajo en equipo, patriotismo e identidad nacional), sino en criticar y sacar a la luz sus trapos más sucios (secuelas físicas, jugadores dopados y sedados para entregar sus fuerzas al límite e intereses económicos). Will Smith encarna muy dignamente a este heroico médico, un David enfrentado al Goliat del sistema. Junto a él, le arropan buenos secundarios, entre los que destacan David Morse, Alec Baldwin, Albert Brooks y Luke Wilson. 

Sería impensable que en España, se hiciese una película cuestionando las consecuencias físicas y emocionales de “los toros”. Para unos una fiesta nacional, para otros un extraño deporte que recuerda a la lucha de gladiadores en la arena; para muchos otros simplemente barbarie y violencia y un espectáculo sangriento no apto para menores. Cuestionar lo más popular y atractivo para satisfacer el ocio de las masas y lo que supone en cuanto enfrentamiento al sistema y grupos de poder, es uno de los méritos del filme, aunque el ya citado El dilema lograba los mismos objetivos con una mayor brillantez. 

Peter Landesman, dirige con eficacia tras haber demostrado su pericia en Kill the Messenger (2014) y haber cosechado diversos premios con Parkland (2013), historia que narraba los sucesos en el Parkland Hospital de Dallas el día del asesinato de Kennedy. Una trayectoria no demasiado extensa y desarrollada más en el campo de la televisión (donde ha colaborado como guionista con Ridley Scott) que en el cine, lo que dota a Concussion de un cierto aire de telefilme. A pesar de ello, y de su amplio metraje, el filme se sigue con agrado e interés, aunque quizá sobran momentos sensibleros y excesivamente lacrimógenos. Al menos, La verdad duele supone un impulso para tomar aire en la carrera cinematográfica del otrora “Príncipe de Bel Air”, que después de fiascos tan tremendos como la fallida After Earth (2013), lo necesitaba.

Gonzalo J. Gonzalvo.

-Aragonia, Palafox, Puerto Venecia, Yelmo-

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