Dir: Guillermo del Toro
Int: Sally Hawkins, Doug Jones, Michael Shannon, Octavia Spencer, Richard Jenkins, Michael Stuhlbarg, Lauren Lee Smith, David Hewlett, Nick Searcy, Morgan Kelly, Dru Viergever, Maxine Grossman, Amanda Smith, Cyndy Day, Dave Reachill.
El guion de Guillermo del Toro y Vanessa Taylor ha recibido recientemente serias acusaciones de plagio. Al parecer la obra teatral Let Me Hear You Whisper, de Paul Zindel, que además de su pertinente estreno pudo verse en una cadena de televisión de los USA en 1969, guarda ciertas semejanzas con esta historia concebida por Guillermo del Toro que, por otro lado, y de modo consciente, hace citas un directas e indirectas a varias películas de serie B de indudable encanto como La mujer y el monstruo (Creature from Black Lagoon, 1954) y La venganza del hombre monstruo (Revenge of the Creature, 1955), ambas de Jack Arnold y que según el mismo Del Toro (y parece evidente) han inspirado directamente el diseño de la criatura acuática; o al cuento de hadas francés de La Bella y la Bestia, que podría inspirarse a su vez en una historia del escritor romano Apuleyo (siglo II d. C.), que se publicó en Francia en el siglo XVIII, teniendo luego múltiples versiones cinematográficas, por ejemplo de la mano de Jean Cocteau (en 1946), de los Estudios Disney, en una reconocida versión "muy bien animada" de 1991 y recientemente (2017) transfigurada en imagen real, dirigida por Bill Condon, con un antecedente inmediato en la serie Bella y Bestia (2012-2016), creada Sherri Cooper-Landsman, Ron Koslow y Jennifer Levin.
Las razones para no ir más allá en esa cuestión del plagio están muy bien justificadas en el artículo de Jorge F. Hernández publicado en El País (puede consultarse en el siguiente enlace: https://elpais.com/internacional/2018/02/26/mexico/1519665442_779378.html) y por esa razón no volveré a insistir en ellas.
Estamos ante la que me parece, por ahora, la más lograda película de Guillermo del Toro, en la que ha conseguido poner toda su habitual parafernalia decorativa y de ambientación al servicio de una historia repleta de sensibilidad en la que predomina una delicada historia de amor, añadiendo además, sin romper nunca el relato más de una llamada de atención, denunciando el evidente racismo y el odio hacia los diferentes, muy evidente en la América de la época en la que se ambienta el film, pero que dista mucho de haber desaparecido en la actualidad. La sociedad norteamericana (y por extensión la del resto del mundo capitalista, ¿el único posible?) parece más infectada que nunca del virus del odio y el totalitarismo, al estilo Trump.
Elisa (Sally Hawkins) es una joven muda que trabaja como conserje en un laboratorio en 1963, en plena Guerra Fría, donde se enamorará de una criatura anfibia (Doug Jones) que se encuentra ahí recluido. Dicho así, parece poca cosa, pero el realizador mexicano ha logrado construir una bella (e inquietante) fábula.
Del Toro hace muchos otros homenajes personales y explícitos al género musical. Les cito los títulos más evidentes y les propongo que se entretengan en rastrearlos durante el visionado: La pequeña coronela (1935), de David Butler (con Shirley Temple y Bill Robinson bailando), Sigamos la flota (1936), de Mark Sandrich (con Fred Astaire y Ginger Rogers), That Night in Rio (1941), de Irving Cummings (con Carmen Miranda), Tú serás mi marido (Sun Valley Serenade, 1941), Hello Frisco, Hello (1943), de H. Bruce Humberstone (con Alice Faye) y Martes de carnaval (1958), de Edmund Goulding. Por si fuera poco, buena parte de la acción transcurre en el edificio que alberga un cine de la época dorada de Hollywood en el que se está proyectando La historia de Ruth (1960), de Henry Koster, de resonancias bíblicas en Cinemascope y en un esplendoroso Color by De Luxe.
Todo el reparto está soberbio. Destacan especialmente la inglesa Sally Hawkins, y los siempre eficientes actores norteamericanos Richard Jenkins y el peculiar Michael Shannon, que lleva una carrera inmensa construyendo "malos" especialmente insidiosos y repulsivos;con una cota brillante y destacada en su personaje de la serie Boardwalk Empire (2010-2014) a la que hay que sumar, ahora, su composición del agente Richard Strickland para The Shape of Water.
Todo brilla en este film y contribuye a creer que la magia del cine todavía puede conjurarse. La banda sonora del francés Alexander Desplat, con su poderoso tono evocador y romántico, la fotografía colorista pero con un sesgo expresionista del danés Dan Laustsen, la dirección artística de Nigel Churcher o el vestuario de Luis Sequeira nos transporta de inmediatoa los años sesenta, pero también a sus ensoñaciones, su cine y a sus publicaciones "pulp", repletas de misterio y romanticismo, intensos como el Color De Luxe...
Película que demuestra que Guillermo del Toro puede trascender su afición por el cómic o la serie B fantástica, y que puede ir mucho más allá de sus tebeos y mangas, entiéndanse por tales Hellboy (2004) o Pacific Rin (2013), sin duda aceptables. Sólo la brillante El laberinto del fauno (2006), estaría cercana a la nueva y apasionada declaración de amor al cine que supone La forma del agua, pero allí todavía no había sabido superar su adicción al formalismo algo gratuito y superficial. Ahora la historia ya no está al servicio del decorado, sino todo lo contrario.
Roberto Sánchez
-Aragonia, C. Grancasa, Cervantes, Palafox, Puerto Venecia, Yelmo-
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