jueves, 21 de noviembre de 2024

Anora (2024)****

 Dir: Sean Baker

Int: Mikey Madison, Mikey Madison, Mark Eydelshteyn, Yuriy Borisov, Karren Karagulian, Vache Tovmasyan, Ivy Wolk, Lindsey Normington, Ross Brodar, Paul Weissman, Luna Sofía Miranda, Charlton Lamar, Masha Zhak, Darya Ekamasova, Emily Weider, Alena Gurevich


Sean Baker regresa a los cines, de manera brillante, con
Anora.

He de declarar, vaya por delante, que Sean Baker es uno de los cineastas norteamericanos (que además es el guionista de todas sus películas) que me parecen más interesantes dentro del panorama actual. 

Nacido en 1971 en Nueva York, tiene una sólida base como escritor y ha ejercido también como productor, y a él se le deben filmes tan interesantes como Tangerine (2015), The Florida Project (2017), la iconoclata y deliciosa Red Rocket (2021), filme que me encanta excepto por su mensaje final excesivamente moralista, algo muy típico, por otra parte, pues esto ya ocurría con el American Gigolo (1980) de Paul Schrader y con tantos otros filmes USA que han tratado el tema de la prostitución. A pesar de ello, con Anora, Baker toma distancia y logra un filme aún mucho más redondo que con Red Rocket, logrando superar cualquier tipo de condicionante moral y, dejando al espectador quien juzgue, según su propia ética, lo que Baker nos va narrando a través de la gran pantalla.


¿Y qué es lo que nos cuenta el cineasta neoyorquino en este excelente largometraje? En principio, 
podríamos simplificar que recurre a la historia universal de “chico busca chica” o viceversa, pero este concepto, en manos de Baker, evolucionará de forma diabólica mediante una trama que mezcla de manera brillante la comedia y el drama social y que, además, no está exenta de cierta crítica social, aunque no sea esa la finalidad principal del filme. 


En Anora, conocemos la historia de Ani (Anora), una joven prostituta de Brooklyn que tiene la 
oportunidad de vivir una historia de cuento de hadas cuando conoce e impulsivamente se casa con el joven hijo de un oligarca ruso. Cuando la noticia llega a Rusia, su sueño de salir de su situación, y su ambiente social se ve amenazado, ya que los padres parten hacia Nueva York para intentar revertir una situación que consideran inaceptable.



Baker nos sumerge y consigue interesarnos en esta historia de una joven mujer “perdedora” pero luchadora, que contrasta con el joven alocado e irresponsable del que se “enamora” y al que ve, al mismo tiempo, como un pasaporte a una vida de protección y lujos que ella cree merecer. 

Como en todo buen filme noir, y Anora también lo es, sobre todo en cuanto a su concepción del personaje principal: una extraordinaria Mikey Madison a la que pudimos ver en Erase una vez en Hollywood (2019) de Tarantino y también en el último Scream (Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett, 2022) y que “se come la pantalla” atrapando e hipnotizando al espectador en cada plano. Yo procuro siempre que es posible, ver los estrenos en V.O.S.E, y he de decir que el trabajo de la joven Madison aquí es verdaderamente sobresaliente, y sobre ella pivota todo el peso de la historia.



Anora es una joya poco frecuente, uno de esos trabajos de cine independiente norteamericano que cada vez se prodigan menos, y que se deben a un reducido grupo de cineastas como Chloé Zhao, Sarah Friedland, Tracie Laymon, Carson Lund o Tyler Taormina, además del propio Baker. 

En el reparto, la réplica a Madison la da con solvencia el joven actor Mark Eydelshteyn., arropados ambos por un buen elenco de secundarios que funciona a la perfección, formado por Karren Karagulian, Yuriy Borisov, Vache Tovmasyan, etc.

Anora es, en el fondo, una nueva versión de La Cenicienta de Perrault, una Cenicienta que también tiene algo de Caperucita, y que no espera encontrarse con un “lobo” al que ella cree un corderito manejable. Por eso funciona tan bien, porque combina  la solidez de una gran obra con un personaje inmortal y un cierto clasicismo, sin perder un ápice de su modernidad. 

Así que si les gustó Red Rocket y/o alguno de los grandes trabajos de Sean Baker que he nombrado anteriormente, no pueden perderse este Anora. Una obra, sin duda, que homenajea a la gran Ninotchka (1939) de Ernst Lubitsch, historia con la que mantiene, salvando las distancias, cierto paralelismo conceptual en cuanto al personaje femenino.

Anora es una obra tan moderna, como clásica e inmortal y, sin duda, irá ganando pátina con el tiempo. Una nueva "Pretty Woman" (la película la dirigió Garry Marshall en 1990, con los inolvidables Julia Roberts y Richard Gere) evolucionada y empoderada, retrato de la llamada “generación de cristal”, y que de frágil, en este caso, tiene más bien poco.

GONZALO J. GONZALVO

Escritor y Crítico de Cine.

lunes, 18 de noviembre de 2024

Jurado Nº 2 (2024)****

 Dir: Clint Eastwood

Int: Nicholas Hoult, Toni Collette, J.K. Simmons, Kiefer Sutherland, Chris Messina, Zoey Deutch, Cedric Yarbrough, Gabriel Basso, Leslie Bibb, Megan Mieduch, Adrienne C. Moore, Drew Scheid, Hedy Nasser, Phil Biedron, Bria Brimmer, Amy Aquino, Francesca Eastwood, KateLynn E. Newberry, Rebecca Koon, Jason Coviello, Chikako Fukuyama.



Una nueva obra del incombustible maestro Eastwood

A estas alturas, quien no conoce a Clint Eastwood. Una de las pocas estrellas que quedan vivas de la época dorada del cine y que comenzó a trabajar, como actor, en dos filmes del género fantástico dirigidos por el gran cineasta Jack Arnold (al que tuve la suerte de conocer en persona en el Festival de Sitges de 1986 con motivo de la restauración y proyección de El increíble hombre menguante de 1957). 


Tras haber trabajado en dicha década a las ordenes de grandes directores como Douglas sirk, Arthur Lubin 
o William A. Wellman, fue en la década de los sesenta del pasado siglo XX cuando Eastwood rompe moldes en el western de la mano de Sergio Leone, otro gran director del que sin duda aprendió mucho, para protagonizar la llamada “Trilogía del dólar” (Por un puñado de dólares, La muerte tenía un precio y El bueno, el feo y el malo, respectivamente de  1964, 1965 y 1966). A partir de ahí, ya convertido en una estrella del celuloide, el bueno de Clint reinará en la década de los 70 de la mano de otro de sus personajes emblemáticos como actor: el detective Harry Callahan de la saga de películas de “Harry el Sucio”. A comienzos de dicha década se lanza por vez primera con un filme que siempre me ha gustado, y en el que ya apuntaba maneras de gran cineasta apasionado por el jazz, y me refiero a Escalofrío en la noche (1971). 


En los años setenta y ochenta alterna el western con el trhiller desde esa fecha, logrando títulos de 
calidad como Infierno de cobardes (1973), El jinete pálido (1985) o Bird (1988), biopic sobre la vida y la música del gran saxofonista Charlie Parker, sin duda una pequeña joya dentro de su filmografía como cineasta. Con Sin perdón (1992) comienza un Clint Eastwood que, a esta obra maestra, va a añadir otros títulos memorables como Los puentes de Madison (1995), Mystic River (2003), Million Dolar Baby (2004) o Gran Torino (2008) o El intercambio (2008). En la segunda década del actual siglo, Eastwood, además de actuar, mantiene un nivel excelente en varias obras más, demostrando una capacidad de trabajo inagotable y prolífica, a pesar de su ya avanzada edad. Fruto de ese trabajo ven la luz títulos como El francotirador (2014), Sully (2016), Mula (2018) o Richard Jewell (2019).


Actualmente, a sus 94 años de edad, Clint Eastwood, nos entrega la que, quizá -ojalá no-, sea su última 
gran obra. No tan redonda y maestra como las que he nombrado anteriormente, pero sin duda, de una gran calidad y muy por encima de la media actual.



En Jurado Nº 2, Eastwood nos narra la historia de Justin Kemp, un joven que va a ser padre de familia por vez primera. Mientras forma parte de un jurado en un juicio por asesinato, se encuentra luchando con un serio dilema moral que podría utilizar para influir en el veredicto del jurado y potencialmente condenar o liberar al asesino acusado. 

En Jurado Nº 2, apoyado en un sólido guion de Jonathan Abrams y la banda sonora de Mark Mancina, Eastwood desarrolla un drama judicial en el que están presentes sus grandes temas y dilemas morales de siempre: El sentimiento de culpa, la redención, el perdón y el castigo.



En el reparto, un convincente Nicholas Hoult, interpreta a ese joven esposo y futuro padre que se debate entre hacer lo correcto o escapar de una situación que le viene grande y que puede afectar a su vida y la de su familia con terribles consecuencias. Pero la verdadera estrella del reparto a nivel de fuerza interpretativa reside en la extraordinaria Toni Collette. La veterana actriz australiana, que acumula multitud de premios y nominaciones, es una de mis favoritas. Una todoterreno que ya se merece el Oscar a la mejor actriz y que, con este Jurado Nº 2 es posible que lo consiga. También muy bien J.K Simmons, en un papel breve pero de vital importancia en la historia.



Jurado Nº 2 tiene coincidencias y bebe de algunos grandes títulos que Eastwood, como gran cinéfilo además de cineasta, es seguro que homenajea en esta historia. Y me refiero a Muerte de un ciclista (1955) de nuestro gran director Juan Antonio Bardem, pero sin duda, Doce hombres sin piedad (Sidney Lumet, 1957), es la que más ha influido en su estructura y entramado de suspense.



Con todos estos mimbres, con una dirección impecable y un proceso narrativo que engancha y no deja respiro al espectador, Clint Eastwood vuelve a revelarse como uno de los grandes directores clásicos que nos quedan a los buenos aficionados. Ojalá, no sea su última película, pero si lo fuera, sería un gran testamento cinematográfico de una figura ya legendaria del cine, que ha triunfado por su gran talento, no sólo como intérprete, sino como cineasta, productor y compositor. 

Si son seguidores de la carrera de esta, repito, leyenda viva del cine, no pueden dejar de acudir a las salas de cine para disfrutar de este último trabajo de Clint Eastwood. Su calidad y extraordinaria trayectoria, sin duda, lo merecen. Un maestro que, aunque un día nos deje, nunca morirá, porque su legado cinematográfico es tan grande que, sin duda, vivirá siempre en todas las personas que amamos el cine y lo consideramos: un Arte.

GONZALO J. GONZALVO

Escritor y Crítico de Cine

lunes, 4 de noviembre de 2024

Strange Darling (2023)***

 Dir: J.T. Mollner


Int: Willa Fitzgerald, Kyle Gallner, Madisen Beaty, Barbara Hershey, Ed Begley Jr., Steven Michael Quezada, Bianca A. Santos, Eugenia Kuzmina, Denise Grayson, Duke Mollner, Sheri Foster.

El cazador cazado.

Me ha gustado bastante a pesar de que, como cinéfilo y crítico de larga trayectoria y con un “callo” visual ya considerable por haber visto mucho cine, pienso que va a ser muy difícil que un filme me sorprenda como antaño; máxime cuando, además, en el último cuarto del siglo XX, primaba el riesgo y la autoría de los cineastas sobre la comercialidad. Sin embargo, a veces uno se encuentra una “rara avis” dentro de una sala de proyección. Y es lo que me ha ocurrido con este Strange Darling, un filme híbrido que transita entre el thriller y el género de terror, con una historia poco convencional, dura e impactante.


Nominada a Mejor Película en el último Festival de Cine Fantástico y de Terror de Sitges y ganadora a la 
Mejor Fotografía (sin duda, uno de los puntales del filme), Strange Darling, con guion y dirección del casi novel J.T. Mollner (que debutó en el largometraje en 2016 con el western Ángeles y forajidos), nos introduce desde el primer fotograma en una historia de cazadores. Pero no de cualesquiera, sino de cazadores de seres humanos. En la primera secuencia aparece una mujer que huye perseguida por un depredador implacable (interpretado con solvencia por Kyle Gallner, actor de amplia filmografía con varias apariciones en filmes de género como el último Scream o Smile 1 y 2). 


A partir de ahí, el filme se vale de diversos recursos (como los puntos de vista narrativos de uno y otro 
protagonista), para jugar con el espectador, despistarlo y sorprenderlo con giros inesperados. Ahí es donde reside, para mí, el mayor mérito de Stranger Darling. Dentro de un género (el del terror especialmente), en el que durante ya bastante tiempo se vive de remakes de grandes títulos del pasado (El exorcista, La profecía, etc.), y en el que la falta de originalidad y el cine de género palomitero y puramente comercial (dirigido sobre todo a público adolescente) suelen dominar la programación de las salas, es de agradecer propuestas diferentes y arriesgadas como esta que, prestando atención también al público adulto, consiguen enganchar al espectador e introducirlo sabiamente en una espiral de pesadilla en la que no faltan tampoco guiños cinéfilos (recordemos a esa mujer corriendo ensangrentada en esa inolvidable secuencia final de la sublime La matanza de Texas de Tobe Hooper, icono ya de la historia del cine de terror.


J. T. Mollner, no ha construido una obra maestra, pero sí una película con una atmósfera malsana y viciosa, 
en la que el peligro es como un aroma perenne y ponzoñoso que envuelve al espectador hasta el final. Para 2025 está ya previsto el estreno de La larga marcha (The Long Walk), filme en el que, como guionista, ha adaptado la homónima novela de Stephen King, el indiscutible rey de la novela de terror.


Además de la excelente fotografía de Giovanni Ribisi, el filme cuenta con una acertado reparto, 
especialmente en la parte femenina, con una extraordinaria y sorprendente Willa Fitzgerald; hermosa y joven actriz que, en el género de terror, ya tenía en su haber las series Scream (2015) y La caída de la casa Usher (2023). Willa se come la pantalla con su mirada turbia, peligrosa e imprevisible, y sabe componer uno de esos personajes que saben moverse, como nadie, caminando sobre la cuerda floja que separa, con una leve y difusa frontera, la realidad y los mundos de pesadilla y de maldad. 

No es Strange Darling una película para todos los paladares. Pero, a buen seguro, los amantes del buen thriller combinado éste con dosis de terror, sabrán disfrutarlo de principio a fin. Con Strange Darling el celuloide se convierte en un cóctel de adrenalina del que el espectador/a no podrá escapar. Así que, al igual que corre la protagonista, corre a las salas de cine para non perderte esta aventura tan peligrosa como visualmente adictiva.

GONZALO J. GONZALVO

Escritor y Crítico de Cine

lunes, 30 de septiembre de 2024

La virgen roja (2024)****

 



Dir: Paula Ortíz

Int: Najwa Nimri, Alba Planas, Patrick Criado, Aixa Villagrán, Pepe Viyuela, Jorge Usón, Pablo Vázquez, Jorge Asín, Claudia Roset, Jaime Ocaña.




Paula Ortiz es una realizadora aragonesa (nacida en Zaragoza en 1979) que después de sus largometrajes De tu ventana a la mía (2011), La novia (2015) y las recientes, Al otro lado del rio y entre los árboles (2022), adaptando un relato de Ernest Hemingway, Teresa (2023), y La virgen roja (2024), recién estrenada, empieza a tener un cierto reconocimiento entre la crítica. A mi parecer, estos largometrajes indican un grado de madurez, en cuanto a la puesta en escena, dignos de los/las mejores cineastas del momento. 

Lo curioso es que para alcanzar la excelencia, parece que ha tenido que dejar de lado su labor como guionista. Suyo era el guion de De tu ventana a la mía, en colaboración con Javier García Arredondo, el de La novia, con permiso de Lorca y sus Bodas de sangre; y el de Teresa, en colaboración de nuevo con Arredondo, adaptando la obra teatral de Juan Mayorga La lengua en pedazos). Todas son películas más que apreciables, pero están por debajo de lo logrado, adaptando a Hemingway, con guion de Peter Flannery; y ahora, recogiendo la historia de Hildegart Rodríguez Carballeira (1914-1933) con guion de Eduard Sola y Clara Roquet, dos jóvenes guionistas de oficio, para mi no muy brillantes, pero sí de una eficiencia demostrada (en series, cortometrajes y largometrajes recientes). 

El caso es que su sintonía y entendimiento con Sola y Roquet ha debido ser bueno, y que la producción de la valenciana María Zamora (Premio Nacional de Cinematografía 2024), junto a Stefan Schmitz, ha logrado situar la película, por su calidad formal e historia, en un orden muy destacado frente al mercado internacional. 

No sé si atraerá a mucho público, pero Paula Ortiz ha logrado hacer muy suya esta historia verídica, al iniciarse el film y en su conclusión hay obsesión por destacar que está inspirada en hechos reales por "fantásticos" que parezcan. 


Por otro lado, la acusación de excesivo esteticismo, a propósito de sus anteriores filmes, 
ya ha sido controlada. Se mantiene, ya que es parte de su personalidad, pero sometida a una narrativa brillante y a una dirección de actores y actrices soberbia. Están magníficas Najwa Nimri (Aurora, la madre) y Alba Planas (Hildegart), pero también los/las secundarios/as Patrick Criado, Aixa Villagrán, Jorge Usón o Pepe Viyuela.



Igualmente hay un reto (por cierto, plenamente logrado) de alejarse de la más que reseñable aproximación al tema de Mi hija Hildegart (Fernando Fernán Gómez,1977) que escribieron conjuntamente Fernán Gómez y Rafael Azcona, adaptando la novela Aurora de sangre de Eduardo de Guzmán, periodista contemporáneo a los hechos y que interpretan Manuel Galiana en la película de 1977 y Pepe Viyuela en al versión de Paula Ortiz. En este caso, la historia era narrada desde la cárcel y a lo largo de un proceso judicial por Aurora, la madre (Amparo Soler Leal) y el personaje de Hildegart lo interpretaba Carmen Roldán. 

El trabajo de ambientación histórica es excelente, la fotografía de Pedro J. Márquez, la dirección artística de Rebeca Durán Muñoz y el diseño de vestuario de la aragonesa Arantxa Ezquerro, contribuyen a la verosimilitud de todo lo que vemos, sin perder un ápice de la magia estética que Paula Ortiz sabe mantener en cada secuencia, incluso aproximándose al cine de terror, en algunos sugerentes planos. La música de Guille Galván (uno de los responsables de la banda sonora de la serie La casa de papel) y Juanma Latorre (con el que ya se contó en Teresa) contribuyen a crear una atmósfera muy especial que nos hace navegar entre el ensueño y la pesadilla de la utopía feminista llevada al límite por esta madre/Frankenstein, capaz de todo para hacer realidad el "Proyecto Hildegart". 

Hildegart (interpretada por la niña Summer-Rose Churchhouse y la joven Alba Planas) es concebida y educada por su madre Aurora (Najwa Nimri) para ser la mujer del futuro, convirtiéndose en una de las mentes más brillantes de la España de los años 30 y uno de los referentes europeos sobre sexualidad femenina. A sus 18 años, Hildegart (Alba Planas) comienza a experimentar la libertad y conoce a Abel Velilla (Patrick Criado), quien le ayuda a explorar un nuevo mundo emocional y a desmarcarse del férreo nido materno. Aurora teme perder el control sobre su hija y hace todo lo posible por impedir que Hildegart se aleje...

Enhorabuena a Paula Ortiz por recuperar esta apasionante historia, casi olvidada, y por plantearla con un evidente buen gusto esteticista, pero nunca vacío de las múltiples reflexiones sobre la educación, los límites de la libertad, de la responsabilidad de los padres, y en definitiva de la sociedad, también la del tiempo presente, si es que se quiere autodefinir realmente como democrática y profundizar en sus valores...

Roberto Sánchez


jueves, 26 de septiembre de 2024

MaXXXine (2024)***

 Dir: Ti West

Int: Mia Goth, Elizabeth Debicki, Michelle Monaghan, Bobby Cannavale, Kevin Bacon, Giancarlo Esposito, Halsey, Lily Collins.



Ti West: El nuevo “enfant terrible” del cine norteamericano.

Con MaXXXine, Ti West, joven director estadounidense que irrumpió en 2009 con la interesante La casa del diablo (2009) en el cine de género de terror, mostrando ya su sello de autor y su predilección por las historias ambientadas en las décadas 70 y 80 del siglo pasado; décadas doradas que, por otra parte, siguen cobijando las mejores películas de este género. Con VHS (2012), se consolida ya como uno de los directores independientes con voz propia que se diferencia de un género que, desde la década de los 2000, sufre un considerable estancamiento y falta de ideas.


Con The Sacrament (2013), se mete de lleno en la competitiva sección del Festival de Cine Fantástico y de Terror de Sitges, sin duda, el más importante del mundo, y recibe el reconocimiento del Círculo de Críticos de San Francisco. Pero será con X, y Pearl, ambas del 2022, y con la inestimable ayuda de su nueva musa, la inquietante y morbosa Mia Goth, con las que West consigue ya un aplastante éxito de público y crítica, llevándose con la segunda el Premio a Mejor Director y Actriz en Sitges, y obteniendo también con X varios premios internacionales.


Con MaXXXine (2024), Ti West pone ahora un broche impactante y convincente a esta trilogía 
setentera y ochentera que le ha granjeado al cineasta norteamericano una legión de fans por todo el mundo.



MaXXXine tiene varias virtudes y, como todos los trabajos, sus puntos menos fuertes. El primer acierto de West es, sin duda, la elección de su magnética protagonista femenina, una Mia Goth que se come la cámara y a los espectadores desde el primer fotograma, metiéndose a ambos en los bolsillos de sus pantalones vaqueros. La Goth conoce su atractivo y su fuerza fílmica y la sabe explotar como nadie. Su forma felina de moverse, su mirada turbia y peligrosa de tipa dura e imprevisible. Una mirada que excita y acojona a partes iguales, tanto al espectador como a los personajes con los que se cruza. 

Y es que Maxine Minx es una verdadera fiera. Una de esas personas dispuestas a llegar a lo más alto y cumplir sus metas y ambiciones personales sin que nada ni nadie se le ponga por delante. Y Mia Goth lo tiene todo para interpretar a la perfección a esa bestia herida y peligrosa. 

Con una estupenda ambientación ochentera en la que la música de Tylor Bates y la fotografía de Elliot Rockett se alían para componer un fresco impactante y adictivo que no da respiro al espectador, Ti West se ocupa, además del guion y la dirección, de un montaje vibrante, febril y, en algunos momentos, delirante, en el que la acción, el erotismo y el gore más brutal se funden en un todo que alcanza momentos orgiásticos dentro del género que logran hacer las delicias de los aficionados y de los seguidores y fanáticos del cineasta. 

MaXXXine es de todo menos aburrida. Su metraje es perfecto para la historia que West nos narra, y los efectos especiales cumplen a la perfección su cometido, derrochando fuerza en los momentos precisos, pero sin abusar de ellos. 

Confieso que Ti West es uno de los directores de género que creo que hay que seguir de cerca, y que nos va a dar a los aficionados al género muchas más alegrías. No es una obra maestra como las que West homenajea en sus filmes, pero tiene un nivel que la hace destacar por encima de la media actual. 

Así que si les gusta el cine de género, las emociones fuertes, y las actrices demoledoras y empoderadas que traspasan la pantalla, no deberían perderse las aventuras de esta MaXXXine

Una verdadera máquina de...hacer cine... Y de muchas otras cosas..., pero eso lo tendréis que descubrir vosotros/as mismos/as.

GONZALO J. GONZALVO

Escritor y Crítico de Cine

viernes, 14 de junio de 2024

X Muestra Cinematográfica de Moyuela 20 de julio (Inicio a las 17:30, Salón Social)

 


Cumplimos diez años y queremos celebrarlos junto a la Academia del Cine y el Audiovisual Aragonés (ACA). Diez años viendo y ofreciendo cine y con exposiciones alusivas a la creación audiovisual, centrándonos en los autores aragoneses o bien en los que sin haber nacido en nuestra tierra tratan temas aragoneses o vinculados con nuestro territorio…


Cuando se cumplía el X Aniversario de los Premios Simón se organizó una exposición sobre los Simones de Honor que, además, hacía un recorrido por sus biografías y recordaba a todos los premiados. Pudo verse en Andorra (Teruel), antes de la celebración de Los Simón, en la localidad turolense y un tiempo después también en Calatayud. Hemos celebrado, desde ese momento tres ediciones más, dedicándole los Simones de Honor al documentalista oscense Eugenio Monesma, a la imprescindible Filmoteca de Zaragoza y a Nacho Navarro que, con su Cine Maravillas, mantiene viva la llama del cine visto donde debe verse (en la sala de cine). Han recibido la estatuilla del Simón (en homenaje a Buñuel) del Desierto (por aquello de lo difícil que ha sido hacer cine en nuestra tierra): Luis AlegreCarlos SauraEduardo DucayAntón García AbrilFernando EstesoMª José MorenoGabriel LatorreFélix ZapateroLuisa Gavasa y Pedro Aguaviva
Hemos invitado a Mª José Moreno, la nueva directora de la Academia del Cine y Audiovisual de Aragón a una mesa redonda en la que, junto a los realizadores y realizadoras que presentan sus cortometrajes en Moyuela, comenten cuál es la actualidad del cine en Aragón.



Los cortometrajes finalistas reunen características muy especiales, 7 Simones acapara El nuevo barrioMadreselva ha sido nominado a los Goya y Simón,  Al abrigo del tiempo ha tenido numerosos galardones en festivales internacionales de cortometraje, El niño que retrató monstruos es cine de animación de excelsa calidad, dedicado al genio de Fuendetodos, Moving Cities. Zaragoza Contemporánea es un sentido homenaje a la danza contemporánea y a los espacios urbanos de la capital aragonesa, y Caza menor, es un controvertido thriller sobre la violencia que ya hace tiempo ha llegado a los centros de enseñanza.

Caza menor (2023)
Tres personajes están encerrados en un cuarto de baño durante el asalto a un centro educativo y la historia se centra en la comunicación que establecen entre ellos.
Dirección y guion: Raúl Guíu
Intérpretes: Alfonso Desentre, Alba Gallego, Julia Guíu, Noa Raja y Tomás Martín.

El nuevo barrio (2023)
Ángel y su grupo de amigos jubilados viven por fin tranquilos en el barrio de siempre, creyendo haber firmado el contrato de sus vidas. Todo cambia el día que asisten al entierro de El Chispas.
Director: Víctor Izquierdo
Intérpretes: Manuel Zarzo, José Luis Esteban, Miguel Ángel Tirado, Joaquín Murillo, Elisa Forcano, Rosa Lasierra y Ángel Gotor.



El niño que retrató monstruos (2023)
En el ocaso de su vida, Francisco de Goya reflexiona sobre sus pinturas negras en su Quinta a orillas del Manzanares: ¿Por qué las hice?
Directores: Víctor Izquierdo y Pablo Sánchez
Cortometraje de animación con guion de Leonora Lax y música de Pilar Almalé.


Madreselva (2023)
Celia (35) es una mujer que vive encerrada en su negocio, una antigua tienda de licores, y en su matrimonio con Ramón. Todos sus días son iguales, limpiando, regando sus plantas y mirando por la ventana con el anhelo de que alguien llegue y cambie su destino. Hoy es otro día igual que el de ayer con la diferencia de que Ramsés, un desdichado vaquero con sed de venganza, irrumpirá en la vida de Celia con la intención de saldar una antigua cuenta con Ramón. Ramsés cambiará el destino de Celia, que movida por los hechos se atreverá por fin a abandonar su vida de hastío y escuchar sus deseos más profundos.
Dirección y guion de Nata Moreno
Intérpretes: Marina Salas, Vito Sanz, Estefanía de los Santos, Luis Tosar.

Al abrigo del tiempo (2023)
Adam pensaba que su mujer Lilith se quedaría para siempre con él en el Paraíso. Sin embargo, desde el Génesis hasta ahora, la historia se repite una y otra vez.
Dirección y guion de Sadie Duarte
Interpretado por Iván Gisbert, Neil Santolaya, Rodrigo Moreno y Luz Besliu


Moving cities. Zaragoza Contemporánea (2023)
Una visita a diversos rincones, de todos distritos de Zaragoza, de la mano de l@s mejores bailarinxs de danza contemporánea de nuestra ciudad. La magia del Cine Dogma al servicio de la belleza de la Danza.
Dirección y guion de Antonio Valdovín
Intervienen: Ana Continente, Eva Sampedro, Ivan Errante & Rocío Vera, Laura Bailón, Adriana Capablo, Daniela Cerdan, Laura Val, Marta Aso, Vanesa Pérez y Raquel Buil, Marta Clement, Raquel Loren, Alberto Espallargas, Leyre Ávila, Iván Benito, David Castelló, Carmen G López, Antonella Tardini, Ana Gurri, Nashira Santanatalia, Claudia Apolonia, Sibila Benavent, Elisa Forcano, Laura Gracia, Nathalie Arwen, Ana Cotoré, Fátima Alcántara.







sábado, 8 de junio de 2024

Hasta el fin del mundo (The Dead Don't Hurt, 2023)****

Dir: Viggo Mortensen

Int: Vicky Krieps, Viggo Mortensen, Solly McLeod, Danny Huston 



Un western feminista con la personal voz de Viggo Mortensen.

El danés Viggo Mortensen, es conocido por su dilatada carrera como actor, durante la cual ha cosechado numerosos premios y menciones, pero su faceta de cineasta es mucho menos conocida por el gran público. Sorprendió con su ópera prima Falling (2020), un potente drama familar en el que destacaba el duelo interpretativo entre el gran actor Lance Henriksen y el propio Mortensen.  Ahora, cuatro años más tarde, nos entrega su segundo trabajo como director (aunque también interviene como actor, guionista y compositor). Mortensen, con este Hasta el fin del mundo se muestra como un cineasta más maduro, y, para mí, ha realizado un excelente trabajo.

En Hasta el fin del mundo, se nos narra la historia y vicisitudes de Vivienne Le Coudy, una mujer independiente que se embarca en una relación con un inmigrante danés llamado Holger Olsen. Después de conocer a Olsen en San Francisco, Vivienne accede a viajar con él a su casa,cerca del tranquilo pueblo de Elk Flats, donde comienzan una vida juntos. Sin embargo, la Guerra Civil los separa, dejando a Vivienne sola en un lugar controlado por el poderoso ranchero Alfred Jeffries y a expensas de su violento e impredecible hijo, Weston.



Hasta el fin del mundo se podría definir como un “western feminista”, por el papel fuerte y predominante de su protagonista femenina (una extraordinaria Vicky Crieps), aunque, al mismo tiempo, se desarrolla con un ritmo pausado y una fotografía que recuerda a los grandes westerns de John Ford o Henry Hathaway. Mortensen, mostrando un gran respeto por las raíces del género, construye también un personaje femenino con un carácter y forma de ser muy al estilo “John Wayne”. Un hombre tranquilo, de pocas palabras, que casi todo lo expresa con la mirada y que solo habla para emplear las palabras justas e ir al grano. Hombres duros, hechos de una pieza, que se instalaron el el oeste norteamericano en zonas inhóspitas y que, poco a poco, crearon un tejido social y económico que sentaría las bases de los futuros Estados Unidos. 

La guerra de Secesión, conflicto civil que enfrentó a Norte y Sur de los Estados Unidos, es otro discreto protagonista más que, aunque como telón de fondo, vertebra el personaje de Mortensen y su propia historia vital, influyendo de manera decisiva en la historia que se nos cuenta. Su decisión de participar en el conflicto de forma directa (alistándose para luchar contra el sur que defiende la esclavitud de los negros), sirve también para caracterizar al personaje y su particular sentido de la ética, el deber y el honor, poniendo a su nueva relación y su posibilidad de formar una nueva familia, en un impasse de consecuencias impredecibles. 

Con Hasta el fin del mundo somos testigos de la odisea de un hombre que, absorbido por la crueldad y la dureza del tiempo que le ha tocado vivir, nos traslada a ese salvaje oeste en el que los derechos de las mujeres, de los diferentes y de las personas de color eran nulos. Viggo Mortensen, con sensibilidad, inteligencia y buen gusto, parece seguir los pasos de otro gran actor que se reveló como un enorme cineasta con Sin perdón (1992), y que no es otro que el señor Clint Eastwood, posiblemente el único cineasta vivo capaz de haber elevado el cine a cotas de obra maestra con aroma a clásicos del séptimo arte.


Arropada por un buen equipo de secundarios (Danny Huston , Lance Henriksen, W. Earl Brown), 
Vicky Crieps compone el retrato perfecto de la mujer fordiana: fuerte, empoderada y luchadora, y que tan bien encarnó en numerosos títulos inolvidables la actriz irlandesa Maureen O´Hara. Mujeres inspiradas en iconos reales del western como Calamity Jane o Annie Oakley. 

Mortensen tiene inteligencia, buen hacer y talento narrativo suficiente para seguir los pasos de Eastwood y tomar el relevo del ya nonagenario y legendario cineasta y actor. Y con Hasta el fin del mundo, ha mostrado la munición y el calibre cinematográfico necesarios para conseguirlo. Así que habrá que estar muy atentos a su siguientes trabajos.

Gonzalo J. Gonzalvo

Escritor y Crítico de Cine

miércoles, 13 de marzo de 2024

Pobres criaturas (2023)****

Dir: Yorgos Lanthimos

Int: Emma Stone, Mark Ruffalo, Willem Dafoe, Ramy Youssef, Christopher Abbott, Jerrod Carmichael, Kathryn Hunter, Margaret Qualley, Hanna Schygulla, Vicki Pepperdine, Suzy Bemba, Tom Stourton, Wayne Brett, Charlie Hiscock, Jack Barton, Jeremy Wheeler, Damien Bonnard, John Locke, Vivienne Soan.


La criatura que se hizo con el preciado Óscar. 

Vaya por delante que he de confesar mi debilidad por Emma Stone y que, en mi anterior artículo, manifestaba que su fantástica interpretación en el último trabajo del cineasta griego Yorgos Lanthimos, tenía aroma de Óscar de Hollywood, pronóstico que se ha cumplido.


Lanthimos es de esos directores y creadores de mundos extraños que se suelen enmarcar en el 
concepto de “cine de autor”. Sus trabajos tienen la virtud o el defecto, según se mire, de no dejar indiferente a nadie. Comenzó haciendo vídeos musicales a finales de los años 90, y tendrá que llegar el año 2009 con Canino, que será su primer largometraje de impacto a nivel mundial, llevándose premio en Cannes y obteniendo la nominación a Mejor Película extranjera en los Oscars. 

Con Langosta (2015) , El sacrificio de un ciervo sagrado (2017) y, especialmente con La favorita (2018) (para mí, su mejor trabajo junto con Pobres criaturas) logrará un reconocimiento unánime de crítica y público, consiguiendo 10 nominaciones y el Oscar a la Mejor Actriz para Olivia Colman.



Emma Stone, con una filmografía extensa a sus treinta y cinco años. Una de las favoritas de Woody Allen, ha trabajado varias veces con el cineasta neoyorquino, además de con otros grandes como Iñárritu o Damien Chazelle. En 2016 se lleva de la mano de Chazelle su primer Oscar con La, La, Land: la ciudad de las estrellas. Actriz de grandes ojos, mirada magnética y gran belleza, es un verdadero camaleón capaz de meterse en un papel tan extraño e impactante como el de “Bella Baxter”. 



Pobres criaturas es, como todo el cine de Lanthimos, un filme inclasificable, que bebe indudablemente del cine fantástico clásico. Y es que Bella es una especie de alter ego de La novia de Frankenstein, y que crece y evoluciona junto a su particular padre y “doctor Frankenstein”, un enorme Willem Dafoe que se mete en la piel de un deforme y atormentado Godwin Baxter. Bella se escapará de su hermético universo y se abrirá al mundo de la mano de su prometido, Duncan Wedderburn, interpretado por un siempre solvente Mark Ruffalo.


Como una extraña “Dorothy”, Bella irá subiendo su 
particular escalera de baldosas amarillas, creciendo como mujer empoderada (hay un claro alegato feminista en la película), y moviéndose en un mundo que recuerda también al de Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carrol, en una reflexión sobre la naturaleza humana y su compleja existencia. 



La eficaz dirección artística y excelente fotografía de Robbie Ryan, contribuyen a hacer de este mágico cuento una verdadera delicia visual que, literalmente, hipnotiza al espectador en más de una secuencia.



Mención especial en un pequeño papel a Hanna Schygulla, otrora musa de Fassbender y Marco Ferreri a finales de los setenta y comienzos de los años ochenta, y que es una actriz de dilatada carrera que nunca pasa desapercibida.

Pobres criaturas tenía once nominaciones y se ha llevado cuatro preciadas estatuillas, además del de Emma, mejor diseño de producción, vestuario y maquillaje. No es moco de pavo teniendo en cuenta el poder que ha manifestado su principal rival, el Oppenheimer de Christopher Nolan, que por fin se ha ido a casa con su Oscar al Mejor Director y Mejor Película. Para mí, un reparto justo. Lamentar en este punto de los premios, que la extraordinaria La sociedad de la nieve de Bayona y el Robot Dreams no se hayan llevado un Oscar que hubiera sido merecido.

Pobres criaturas es de esas películas que no dejan indiferente al espectador. O la odias o la amas. Pasa también con los trabajos de cineastas, de similar pelaje artístico, como Leos Carax, Michel Gondry, Wes Anderson o David Cronenberg.

Mi recomendación es que, si son amantes del cine fantástico, de los mundos imaginarios, del particular universo de Yorgos Lanthimos y, ya no digamos, de Emma Stone, Willem Dafoe o Mark Ruffalo, es que no deben perderse esta Pobres criaturas. Todo un viaje de aprendizaje vital y emocional de la mano de “Bella Baxter”. Sin duda, una gran, aunque bastante extraña y peculiar, anfitriona.

GONZALO J. GONZALVO

Escritor y Crítico de Cine 

miércoles, 28 de febrero de 2024

La estrella azul (2023)****

 Dir: Javier Macipe

Int: Pepe Lorente, Cuti Carabajal, Bruna Cusí, Marc Rodríguez, Mariela Carabajal, Catalina Sopelana, Noelia Verenice Díaz, Alberto Castrillo Ferrer, Pablo Álvarez, Josh Climent, Manuel Chacón.



Me ha costado decidirme, pero al final os voy a compartir algunas de las sensaciones que me ha dejado el primer largometraje del director aragonés Javier Macipe, otro cineasta de esta región que oposita con firmeza a situarse entre los grandes.



Es cierto que algunos de sus cortometrajes, y en especial Os meninos do rio (2014), ya anunciaban que Macipe debía ser tenido en cuenta entre los más prometedores del panorama español.

Después de haber superado no pocas dificultades (incluida una nociva Pandemia mundial), se ha hecho realidad este biopic dedicado al poeta y músico zaragozano Mauricio Aznar (1964 / 2000), que evolucionó desde sus gustos "rockanroleros" hacia la chacarera argentina.



La película con elevadas dosis de sensibilidad poética, nos invita a seguir un viaje de iniciación con destino a la belleza que se oculta detrás de un estilo musical que se desarrolló en el lejano (y a la vez cercano) Santiago del Estero, al otro lado del "charco".

Las decisiones de Macipe, como realizador y guionista, la competencia de sus colaboradores, destacándose la voluntad de metamorfosis anímica del actor Pepe Lorente, han transformado esta película en una delicia que destila verdad y que puede disfrutar un amplio público, pero que hemos asimilado con mirada cómplice los zaragozanos nacidos  en torno a los años 60 que compartimos locales de música y birras con Mauricio.



No quiero extenderme, ni describir mucho más un film repleto de oportunas y brillantes soluciones de puesta en escena, que no son novedosas pero que están usadas con precisión por un director que parece todo un maestro veterano (tengan en cuenta que nació en Zaragoza en 1987).

Al final, sólo recomendarles que no se la pierdan y que intenten disfrutarla en una pantalla de cine.

Roberto Sánchez