Dir: Baz Luhrmann
Int: Austin Butler, Tom Hanks, Olivia DeJonge, Richard Roxburgh, Helen Thomson, David Wenham, Kelvin Harrison Jr., Kodi Smit-McPhee, Dacre Montgomery, Luke Bracey, Xavier Samuel, Kate Mulvany, Natasha Bassett, Charles Grounds, Leon Ford, Josh McConville, Adam Dunn, Gareth Davies, Elizabeth Cullen, Melina Vidler, Yola, Christopher Sommers, Gary Clark Jr., Alton Mason, Shonka Dukureh, David Gannon, Shannon Sanders, Chaydon Jay.
El Rey del Rock ha vuelto.
Tengo que reconocer que el género musical en el cine, aunque no fuese mi favorito, siempre me ha gustado. Sobre todo los grandes musicales clásicos protagonizados por estrellas como Fred Astaire, Gene Kelly o Esther Williams. En cambio, casi todas las películas que protagonizó el propio Elvis Presley me parecen bastante mediocres, quizá con excepción de El Rock de la cárcel (Richard Thorpe, 1957).
Este recién estrenado Elvis no es, estrictamente, un musical, aunque contenga escenas musicales de gran belleza. Estamos ante una película biográfica, narrada a través del controvertido descubridor y manager de la estrella del rock, el “coronel” Tom Parker (un Tom Hanks brillante y casi irreconocible).
A través del filme también conocemos a la familia del Rey del Rock y cómo fue su vida desde su infancia en Tupelo (Mississippi), hasta sus últimos días, con un físico muy deformado y deteriorado por las drogas.
He de confesar que “Elvis” ha superado ampliamente mis expectativas. El director de Moulin Rouge (filme que me pareció algo excesivo y aparatoso) ha sabido conquistarme a pesar de su largo metraje que, sin embargo no pesa, y se disfruta desde el primer fotograma hasta el final que, no por menos conocido, deja de ser menos triste.
Elvis Presley fue (al igual que Judy Garland, Marilyn Monroe y otras grandes estrellas musicales y cinematográficas) explotado y comercialmente exprimido hasta al límite, sin piedad alguna. Trabajó sin descanso, como una mula, hasta que su vapuleado corazón no pudo más. Como casi todos los artistas , era un ser especialmente sensible y tuvo unos comienzos vitales muy duros. Su figura y su música son inmortales y forman parte ya, por derecho propio, de la historia de la música, del cine y del Rock.
Creo francamente que Elvis Presley, tras haber llenado en vida estadios y enormes casinos de Las Vegas, merece que algo más de público acuda ahora a las salas para descubrir quien fue ese niño pobre, nacido en Tupelo, que creó un nuevo estilo musical y llegó a ser el número uno del Rock&Roll. Pienso que todos aquellos que amamos la música, independientemente de que seamos o no fanáticos del Rock, le debemos mucho. Elvis transformó la música para trascender en la cultura y el arte e influir en toda la música posterior. Y eso es algo realmente extraordinario. Elvis es una figura clave para entender la evolución musical y artística del siglo XX. Por eso, por muchos años que pasen, el Rey del Rock estará siempre presente en nuestras vidas. Al igual que todos los artistas y creadores que han sabido influir y trascender en la evolución cultural del ser humano.
GONZALO J. GONZALVO
Escritor y Crítico de Cine.
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