Dir: Sean Baker
Int: Simon Rex, Bree Elrod, Brenda Deiss, Suzanna Son, Vickie Pearce, Ethan Darbone, Judy Hill, Shih-Ching Tsou, David Maxwell, Brittney Rodriguez, Karren Karagulian, Bashir Abboud, Kevin Cavanaugh, Caressa Garza, Marlon Lambert, Melary Jones, Najeeb Hassan, Leigh Ann Welch, Alex Michell, Curt Smith.
Un buscavidas y una Lolita en el profundo Texas.
Comenzaré diciendo que Red Rocket y, por ende, su director, Sean Baker, me han sorprendido gratamente. Cuando comienza, no te esperas todo lo que va a suceder en este largometraje que embolsa al espectador y lo introduce en un híbrido entre comedia y drama social que tiene lugar en una ignota localidad de Texas.
De nuevo, el profundo Estados Unidos nos sumerge y envuelve con sus colores, paisajes, aromas y sabores para contarnos la historia de Mikey Saber (Simon Rex), una estrella del porno venida a menos, inmerso ya en la cuarentena y con su carrera en decadencia. MiKey decide abandonar Los Ángeles, la meca del porno, y regresar a su lugar de origen, una pequeña población de Texas donde nació y creció, y en la que nadie lo echa de menos. Allí intentará encontrar trabajo, establecerse y forjarse una nueva vida, pero no le va a ser nada fácil. Allí, el tiempo parece haberse detenido, y él es, a su pesar, un forastero más a quien nadie importa salvo a su extraño joven vecino, y admirador, Lennie (Ethan Darbonne).
El cineasta Sean Baker, nacido en New York en 1971, es autor de títulos tan interesantes como Tangerine (2015) o The Florida Project (2017). Hay otro título suyo que aprecio especialmente, y que tiene bastante que ver con la esencia de esta pizpireta "Strawberry", y es Starlet (2012), protagonizada por una también muy joven Dree Hemingway (biznieta del insigne escritor norteamericano de homónimo apellido). Tanto Dree como Suzanne Son, encarnan esa belleza adolescente y perversa, libre de prejuicios, auténticas bombas de relojería con piernas, para varones maduros que quedan literalmente atrapados y embelesados por esa feminidad telúrica de alto potencial destructivo.
En Red Rocket, Sean Baker logra otro excelente trabajo que, al igual que con Tangerine, nos acerca al cine independiente norteamericano, a un concepto de neorrealismo moderno y adaptado a este desconcertante y extraño siglo XXI.
Gonzalo J. Gonzalvo
Escritor y crítico de Cine.
No hay comentarios:
Publicar un comentario