Dir:
Paul Verhoeven
Int:
,Isabelle
Huppert, Laurent Lafitte, Anne Consigny, Charles
Berling, Virginie Efira,Lucas Prisor, Christian
Berkel, Alice Isaaz, Jonas Bloquet, Vimala Pons.
El
lado más oscuro.
Las
artes y, por supuesto, el cine, tienen en común ese algo maravilloso
y sorprendente. Cuando menos te lo esperas te encuentras con una obra
fuera de lo corriente en la que los diversos componentes que
intervienen en una película: dirección, interpretación, historia,
etc. se unen para entregarte algo que sobresale muy por encima de la
media. Quizá esté exagerando un poco pero, desde luego, Elle podría ser una de las mejores películas del año, si no la mejor.
Su director, Paul Verhoeven, es inclasificable, al igual que su cine.
En 1973, con su Delicias turcas, impactó en público y crítica
con un entonces desconocido efebo llamado Rutger Hauer que, años
más tarde, daría vida al replicante lider de Blade Runner.
Dio el salto a EEUU con Los señores del acero (1985), donde
ofrece una visión de la época medieval tan salvaje como realista
(de nuevo se luce Rutger Hauer espada en mano) y que se rodó en
buena medida en escenarios españoles (España figura como país
coproductor junto a Estados Unidos y Holanda). A partir de ahí, pasa
del medievo al futuro con su siguiente film, hoy día de culto:
Robocop (1987). Tras otros dos bombazos (Desafío total e Instinto básico) en los noventa, se prodiga menos y, ya en los
años dos mil, nos entregará El libro negro, un drama bélico
ambientado en la época nazi que fue nominada al León de Oro de
Venecia entre otros importantes premios. Desde entonces, han tenido
que pasar diez años justos para que Verhoeven nos entregase este Elle, su último trabajo hasta el momento. Me he querido
extender en la obra de este director precisamente para acreditar su
enorme versatilidad.
Elle es también un filme inclasificable. Un drama y, al mismo tiempo, un
thriller de suspense. Podría ser una película de De Palma o de
Michael Haneke, incluso de un jovencito e iconoclasta Alfred
Hitchcock que viviera en el siglo veintiuno.
El
papel de la Huppert tiene ecos indudables de La pianista, una
de las películas que más me gustan de la estilizada y estilosa
actriz francesa y de el iconoclasta Haneke. También hay guiños a La ventana indiscreta, aunque aquí quien fisga no es el
accidentado e inmóvil James Stewart. Isabelle Huppert (que ahora
tiene en cartel también El porvenir), es para mí una de las
mejores actrices a nivel mundial. Quizá la mejor, aunque eso ya es
más subjetivo. Su capacidad para expresar y transmitir con un simple
gesto, con silencios o con su mirada dota a sus papeles de una
cantidad de matices y de una veracidad difíciles de superar. En este
papel tan oscuro como fascinante que, como ya dije, me remite a esa
pianista que rodó a las órdenes de Haneke, está absolutamente
insuperable. Sublime. Isabelle Huppert da aquí vida a Michèle, la
directora de una exitosa empresa dedicada a la creación de
videojuegos que recibe en su casa la desagradable visita de un
intruso encapuchado. En lugar de venirse abajo, esta mujer fuerte y
luchadora que arrastra un oscuro pasado vinculado a su familia,
tomará cartas en el asunto para intentar arrojar luz al suceso, con
una implicación personal que la llevará a atravesar límites y
puertas. Estamos ante una historia dura, sin concesiones, que
entronca además con la sibilina y mordaz crítica que, de manera
magistral, realizaba el director francés Claude Chabrol,
diseccionando sin piedad a la aparentemente perfecta y legal clase
burguesa. Un director, el gran Chabrol (fallecido en 2010), que
trabajó en más de una ocasión con la Huppert, regalándonos
gracias también a ella obras maestras como La ceremonia (1995)
o Gracias por el chocolate (2000).
Verhoeven,
con la inestimable ayuda de esta “bestia” de la interpretación
que es Isabelle Huppert (y que lleva casi todo el peso de la
película, aunque bien acompañada por el resto del reparto),
consigue que el espectador esté pegado a la pantalla con los ojos
como platos, asistiendo atónito a una historia turbia y perturbadora
que explora sin concesiones ni cortapisas morales de ningún tipo, el
lado más oscuro de la naturaleza humana y su carácter
contradictorio. Todo ello sin traspasar el terreno de lo escabroso o
el mal gusto. Además, está ese trasfondo social de crítica
demoledora a una clase burguesa y bienpensante que, sin duda, se
escandalizará con esta película. Mejor que se abstengan aunque,
quien sabe, puede que más de uno se sienta identificado y, en la
oscuridad de la sala, la disfrute de una manera cómplice y secreta.
Esa oscuridad que, como la del alma, proporciona a veces una extraña
impunidad para dar rienda suelta a ese lobo, a ese depredador que el
“ser humano” lleva dentro.
Por Elle fue nominado Paul Verhoven a la Palma de Oro del reciente Cannes y
también fue propuesto como mejor filme en el London Film festival. Es casi seguro que
le llegarán más galardones. O quizá no. Eso es quizá lo que menos
importa. Lo que verdaderamente importa es el talento y la magia que,
a veces, cada vez menos por desgracia, logra que el séptimo arte se
muestre en toda su magnitud, esplendor y belleza. Un film
imprescindible para todo buen cinéfilo. Isabelle...,eres la mejor.
Gonzalo
J. Gonzalvo
-Aragonia-
No hay comentarios:
Publicar un comentario