Int: Hugh Jackman, Famke Janssen, Svetlana Khodchenkova, Will Yun Lee, Tao Okamoto.
Un Logan amnésico busca respuestas sobre su pasado en el mundo del crimen organizado de Japón, donde un hombre al que salvó la vida en el pasado le ofrece algo que lleva tiempo deseando: la mortalidad. No es una casualidad que este nuevo proyecto de la franquicia Marvel haya escogido a tres profesionales de prestigio del nuevo Hollywood. El director James Mangold -ya fue una más que agradable sorpresa su segundo largometraje "Copland" (1997)-, los guionistas Mark Bomback -ha escrito "La jungla 4.0" (2007) o la revisión de "Desafio total" (2012)- y Scott Frank -responsable de pequeñas joyas como "El pequeño Tate" (1991) o trabajos para Spielberg como "Minority Report" (2002)-. Profesionales con los que se buscaba conseguir un nivel de seriedad y de madurez en la trama de una historia originalemente concebida como entrega de comic, con Wolverine, el personaje con más fortuna cinematográfica -sobre todo en el aspecto de rendimiento económico- de la saga "X-Men". Algo de la buscada de madurez en el retrato de personajes queda como rasgo positivo del filme, pero el complejo batiburrillo de idas y venidas de las tramas y subtramas de una historia que transcurre entre ninjas, yakuzas, venganzas familiares, la bomba atómica sobre Nagasaki, el presente y el pasado de japón, que recuerda -y seguramente homenajea- las de muchos mangas y animés japoneses, no
favorece la digestión de esta nueva entrega de un Lobezno empeñado en indagar en su
pasado, aunque parece estar deseando simplemente sufrir un duro castigo físico -algo masoquista- que le permita,luego, disfrutar al máximo de su furia animal vengativa. Creo que ni siquiera los incondicionales le sacarán mucho rendimiento a su visionado, pero las
sagas deben completarse y eso lo saben los productores de la película...
-Aragonia, C. Augusta, C. Grancasa, Palafox, Puerto Venecia, Yelmo-