Dir: Icíar Bollaín
Int: Candela Peña, Sergi López, Nathalie Poza, Paula Usero, Ramón Barea, Xavo Giménez, María Maroto, Eric Francés, Lucín Poveda, María José Hipólito.
Ahora, el tono es más ligero, pero no deja de retratar con cierta precisión a una serie de personajes como el de Rosa, sus hermanos Armando (Sergi López) y Violeta (Nathalie Poza), su hija Lidia (Paula Usero) o su padre Antonio (Ramón Barea). Y mi insistencia en recordarlos se debe a que gracias al cuidado que la Bollaín, con más de 30 intervenciones como actriz en su pasado, suele poner en la dirección de actores. Como actriz, aprendió el oficio de cineasta cerca de nombres prestigiosos: Víctor Erice, Felipe Vega, José Luis Borau o Manuel Gutiérrez Aragón.
El conjunto del film tiene un aire "berlanguiano", aunque lejos de ese desparpajo esperpéntico que tanto gustaba al director valenciano. Su mayor problema, sobre todo en la parte final del filme, ha sido intentar darle un ritmo de farsa que al no estar bien orquestada provocó en el que esto escribe, una cierta desazón. Al final, insisto, se puede uno quedar con sus ricos personajes y disfrutar de su hora y treinta y siete minutos, sin mayores pesares.
Roberto Sánchez.
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