Int: Penélope Cruz, Antonio Resines, Jorge Sanz, Javier Cámara, Rosa María Sardá, Santiago Segura, Chino Darín, Loles León, Mandy Patinkin, Neus Asensi, Ana Belén, Arturo Ripstein, Cary Elwes, Clive Revill, Carlos Areces, Jesús Bonilla, Ramón Barea, Anabel Alonso, Guillermo Toledo, Secun de la Rosa, Juan Antonio Bayona, Miguel Ángel Lamata, Gemma Cuervo.
Penélope Cruz es la reina interpretada por la actriz Macarena Granada, que después de trabajar en las producciones españolas rodadas en los estudios alemanes (acontecimientos narrados en La niña de tus ojos) y tras triunfar en Hollywood va a volver a la España de Franco, para encarnar a Isabel la Católica, nuestra Reina por excelencia. Los productores norteamericanos Jordan Berman y Sam Spiegelman (interpretados respectivamente por Mandy Patinkin y Arturo Ripstein) se plantean por qué siendo judíos están implicados en ese rodaje sobre Isabel la Católica que expulsó a sus ancestros.
La antigua diva teatral Rosa Rosales (interpretada por Rosa María Sardà) habla algo del francés de sus viejos tiempos de gloria recordando a los "maquereaux"; la nueva diva viene de América y habla el inglés; los americanos de la película, productores, director y un actor (de probable origen británico, aunque no se explicite) no dicen ni una palabra en español, salvo el ¡síiiiii...!, de un chiste orgásmico con decorado de potro de tortura inquisitorial protagonizado por Cary Elwes y Jorge Sanz cuyos actores en las ficciones del film encarnan al rey Fernando de Aragón y a Boabdil, el último rey de Granada. Una escena, cómo muchas otras, inspirada seguramente en la genialidad de Billy Wilder, divinidad principal del panteón cinematográfico de Trueba.
Trueba, arriesgando la integridad de su filme, adopta una línea de comedia "Wilderiana", distendida, irónica y alegre, a pesar de la alusión a las vicisitudes de Blas Fontiveros (director de La niña de tus ojos y amante de Macarena Granada), superviviente del horror de un campo de concentración (Mauthausen). Este esperpento se permitirá, casi al final, la encarnación de un Franco de opereta (interpretado por Carlos Areces) que terminaría acaudillando este país

Aunque estamos ante un Fernando Trueba menor, lejos del acierto pleno que supuso la oscarizada Belle Epoque de 1992, La reina de España es un divertimento sobre una época muy triste de la historia de España y de su cine, capaz de ironizar sobre cómo somos los españoles y de entretener moderadamente al espectador.
Antonia Bordonada
Roberto Sánchez
-Aragonia, C. Grancasa, Palafox, Puerto Venecia, Yelmo-
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