viernes, 1 de mayo de 2015

Lost River (2014)**

Dir: Ryan Gosling
Int: Christina Hendricks, Saoirse Ronan, Iain de Caestecker, Matt Smith, Eva Mendes, Ben Mendelsohn, Barbara Steele, Reda Kateb, Demi Kazanis, Carey Torrice, Torrey Wigfield, Garrett Thierry.


La historia tiene lugar en el entorno de una ciudad en ruinas, devastada por la crisis económica y la desesperanza. En un ambiente opresivo y de tintes surrealistas, repleto de ensoñaciones  y leyendas sin sentido. En ese mundo de pesadilla Bones (Iain de Caestecker)  un joven en paro que se dedica a rapiñar el cobre de los edificios abandonados, enfrentándose al terrorífico Bully (Matt Smith), histriónico malo, que comparte los honores con el banquero y empresario Dave (Ben Mendelsohn), que regenta a su vez un local de alterne, ciertamente peculiar en el que pueden cumplirse los deseos más perversos. El joven Bones parece descubrir un camino secreto hacia una lugar sumergido bajo el pantano, que le permitirá romper la maldición que pesa sobre ellos y su ciudad; mientras tanto su madre (Christina Hendricks) se ve arrastrada, ante el impago de una hipoteca sobre la vivienda familiar, a un macabro submundo de fantasía y perversión que le ofrece Dave.
Como comenta Justin Chang (crítico de Variety):"Si Malick y Lynch concibieran un hijo artístico juntos, sólo para ver cómo Nicolas Winding Refn lo secuestraba, estrangulaba y daba repetidas patadas en la cara, el resultado se parecería a Lost River". Y es que los referentes de la primera incursión en la dirección del actor Ryan Gosling, son evidentes y descarados; y desgraciadamente dan como resultado un film decepcionante y poco coherente. Es cierto, que la película se mueve mejor en los momentos más irracionales, pero en su camino de vuelta a una narrativa más lógica, naufraga  estrepitosamente. La evidente potencia simbólica de ese mundo arruinado está muy bien fotografiada por Benoît Debie, y sólo esas situaciones (y paisajes) transmiten momentáneamente cierta desolación, que parece estar asentándose en algunos sectores de la "todopodeosa" economía norteamericana. Pero, al final, todo es una mera ilusión y el debut de Ryan Gosling como director se queda en una pésima  reinterpretación del estilo de David Lynch, con toques de Terrence Malick y algunos personajes directamente sacados del violento y tortuoso universo del danés Nicolas Winding Refn. 

R. S.


-Aragonia-

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