miércoles, 4 de enero de 2017

Frantz (2016)****

Dir: François Ozon
Int: Pierre Niney, Paula Beer, Cyrielle Clair, Johann von Bülow, Marie Gruber, Ernst Stötzner, 
Anton von Lucke.

Este guión de François Ozon se ecribió en colaboración con  Philippe Piazzo. El punto de partida es la misma historia que ya contó Ernst Lubitsch en Remordimiento (Broken Lullaby, 1932), otra de las obras maestras del genial cineasta judío de origen alemán que, a su vez, tuvo como guionistas a Samson Raphaelson y Ernest Vajda, que se sirvieron de la adaptación al inglés de Reginald Berkeley, sobre la obra teatral del francés Maurice Rostand. Una historia de hondo sentido antibelicista y un apreciable tono poético y romántico que Ozon y Piazzo han reforzado y enriquecido añadiendo un punto de vista nuevo. 

Se han planteado qué ocurriría si el personaje femenino (Anna, interpretada por Paula Beer) en la segunda parte del film decicidiera ir a la búsqueda de Adrian Rivoir (Pierre Niney), el francés que un día apareció en el cementerio de su ciudad alemana dejando flores en la tumba de su prometido. Le han dado continuidad a una historia brillante, pero que sólo tenía una dirección... 

François Ozon (nacido en París, en 1967) es un cineasta sólido e irregular pero constante. Desde su primer cortometraje en 1988, ya ha dirigido 38 trabajos. Quizás en este homenaje a Lubitsch haya alcanzado uno de sus mejores resultados. Nunca intenta imitar al maestro de la ironía y la sugerencia, prefiere derivar hacia un tono poético que refuerza con la  alternancia del blanco y negro con el color, en un trabajo fotográfico brillante (firmado por Pascal Marti) que, además, le permite reflexionar sobre la realidad y la ficción, sobre la verdad y la mentira (aunque sea piadosa). A su modo, Ozon logra ser muy hábil al sugerirnos de modo indirecto (miradas, alternancia de primeros planos entre Anna y Adrian) muchas posibilidades en las relaciones entre este curioso triángulo amoroso que formarán con el fallecido Frantz (Anton von Lucke).




Ha logrado, igualmente, en la dicción de los actores, un recitado de gran belleza. Es necesario, y muy recomendable, verla en su versión original. El francés y el alemán interactuan para generar belleza. Una poesía de Verlain (la Chanson d'automne), termina por convertirse en un referente perfecto para explicar algunas situaciones. 


Además, Ozon no descuida señalar el contexto político y social. Alemanía acaba de perder una cruenta guerra que dejó arrasada a Francia, ahora vencedora, y que segó la vida de miles de jóvenes europeos. Los dos protagonistas tendrán que lidiar con el rechazo de sociedades  todavía muy marcadas por los recientes acontecimientos bélicos. 

Una de las más sugerentes y bellas películas de 2016, para comenzar el 2017. No deberían
dejar de verla.


Roberto Sánchez

-Aragonia-

No hay comentarios: