Dir: Michael Chaves
Int: Vera Farmiga, Patrick Wilson, Ruairi O'Connor, Sarah Catherine Hook, Julian Hilliard, John Noble, Eugenie Bondurant, Shannon Kook, Ronnie Gene Blevins, Keith Arthur Bolden, Steve Coulter, Vince Pisani, Ingrid Bisu, Andrea Andrade, Ashley LeConte Campbell, Sterling Jerins, Paul Wilson, Charlene Amoia, Mitchell Hoog, Megan Brown, Davis Osborne, Nicholas Massouh.
La saga Warren: Los expedientes los carga el diablo
Expediente Warren: obligado por el demonio (The Conjuring 3: The devil made me do it) supone el cierre de una trilogía dentro de una saga que ya está plenamente consolidada y con un gran éxito comercial, lo que hoy se denomina una “franquicia”, es decir, una máquina de hacer dinero en taquilla.
El director James Wan dio en el 2013 el pistoletazo de salida con la que, es para mí, la mejor de la saga: Expediente Warren: The Conjuring. A esta le siguió Expediente Warren: el caso Enfield (James Wan, 2016). Entre medias, diversos “Spin off" o derivados de las películas principales de la saga también con éxito comercial, como la trilogía Annabelle (John R. Leonetti, 2014), Annabelle Creation (David Sandberg, 2017) y Annabelle vuelve a casa (Gary Dauberman, 2019), otra veta comercial protagonizada por esa diabólica muñeca que los Warren guardan en su particular museo parapsicológico de los horrores.
De nuevo inspirado en una historia real (corroborada por las imágenes finales que acompañan a los títulos de crédito), en la que comenzamos con un plano en homenaje claro al Exorcista de Friedkin, y con el peliagudo proceso de exorcismo de un niño que pone los pelos de punta, está tercera entrega mantiene el tipo pero no llega al nivel de calidad de las dos anteriores, aunque la atención, el mal rollo y los sustos están más que garantizados. Quizá si la dirección, en lugar de recaer en las manos del inexperto y mediocre Michael Chaves (cuyo único mérito terrorífico hasta ahora era el haber dirigido La llorona en 2019), hubiese sido comandada por un director con mayor sapiencia cinematográfica y artística, estaríamos ante una obra de mayor calidad. Así que, nada nuevo bajo el sol, pero un filme muy entretenido que satisfará a los amantes del género de terror y a los acérrimos seguidores de la saga protagonizada por el matrimonio de demonólogos y mediums de Bridgeport (Connecticut, USA).
Viendo Expediente Warren, la mirada nostálgica hacia aquellos grandes títulos citados es otra arma (aunque de doble filo, por las odiosas comparaciones) comercial y de taquilla, pues consigue llevar a las salas tanto a las nuevas generaciones como a las anteriores. La sombra de El exorcista, ese hombre serio plantado frente a la casa fantasmagórica haciendo acopio de valor y fe antes de franquear un umbral del que ya no hay vuelta atrás, es más que alargada... así que… larga vida a los Warren y a sus expedientes X paranormales. Y….cuidado con el maligno… que siempre está ahí… deseando apropiarse de las almas de los mortales...y de las taquillas.
GONZALO J. GONZALVO
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