Int: Yuliya Vysotskaya, Christian Clauss, Philippe Duquesne, Peter Kurth, Jakob Diehl, Viktor Sukhorukov, Vera Voronkova, Jean Denis Römer, Caroline Piette.
La historia, escrita por Konchalovsky y Elena Kiseleva, se nos presenta como un triple flashback, que entrelaza las vidas de los tres protagonistas. Los tres, en un riguroso plano medio frontal y estático, reconstruyen sus historias. Los tres están ya muertos (pronto lo descubrimos), y los tres están haciendo su confesión final antes de cruzar las puertas que les llevaran al cielo o al infierno. Un infierno, por cierto, por el que ya ha pasado Olga durante la etapa final de su vida. Sorprende la sinceridad de Helmut, un aristócrata alemán, convencido de que el Paraíso Alemán, prometido por Hitler, tiene que llegar, incluso después de la derrota y la muerte, en el futuro...
Andrei Konchalovsky (nacido en 1937) es el hermano mayor de Nikita Mikhalkov, otro ilustre cineasta ruso. Tiene una trayectoria muy azarosa que le llevó a dirigir una bella e intensa odisea sobre la colonización rusa de los extensos territorios del este, titulada Siberiada (1979), varias aventuras en Norteamerica como Los amantes de María (1984), con Nastassia KInski en plena efervescencia, o Tango y Cash (1989), que, aunque parece difícil de creer, es una película de acción respetuosa al extremo con los patrones de Hollywood -ya saben, "quién paga, manda"-, protagonizada por Sylvester Stallone y Kurt Russell. Que el co-guionista de Andrei Rublev (1966), del maestro Andrei Tarkovsky, haya podido cometer un "pecado" tan grave, quizá explique la necesidad de expresarse con rotundidad en este Paraíso, rodada en un inquietante y sugerente blanco y negro (elegante trabajo de Alexandr Simonov).
Lo peor de esta película no es que hable, una vez más de los campos de concentración y del exterminio patrocinado por los nazis, sino que esa ideología esté ahora mismo recuperando terreno en países que fueron tan duramente castigados en la Segunda Guerra Mundial e incluso entre los líderes actuales de la "democracia" capitalista como Estados Unidos, Francia e Inglaterra, que terminaron ganando esa guerra que parecía haber terminado para siempre con esos peligrosos virus del racismo,la intolerancia y el extremismo...
Roberto Sánchez
-Aragonia-
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