lunes, 18 de noviembre de 2024

Jurado Nº 2 (2024)****

 Dir: Clint Eastwood

Int: Nicholas Hoult, Toni Collette, J.K. Simmons, Kiefer Sutherland, Chris Messina, Zoey Deutch, Cedric Yarbrough, Gabriel Basso, Leslie Bibb, Megan Mieduch, Adrienne C. Moore, Drew Scheid, Hedy Nasser, Phil Biedron, Bria Brimmer, Amy Aquino, Francesca Eastwood, KateLynn E. Newberry, Rebecca Koon, Jason Coviello, Chikako Fukuyama.



Una nueva obra del incombustible maestro Eastwood

A estas alturas, quien no conoce a Clint Eastwood. Una de las pocas estrellas que quedan vivas de la época dorada del cine y que comenzó a trabajar, como actor, en dos filmes del género fantástico dirigidos por el gran cineasta Jack Arnold (al que tuve la suerte de conocer en persona en el Festival de Sitges de 1986 con motivo de la restauración y proyección de El increíble hombre menguante de 1957). 


Tras haber trabajado en dicha década a las ordenes de grandes directores como Douglas sirk, Arthur Lubin 
o William A. Wellman, fue en la década de los sesenta del pasado siglo XX cuando Eastwood rompe moldes en el western de la mano de Sergio Leone, otro gran director del que sin duda aprendió mucho, para protagonizar la llamada “Trilogía del dólar” (Por un puñado de dólares, La muerte tenía un precio y El bueno, el feo y el malo, respectivamente de  1964, 1965 y 1966). A partir de ahí, ya convertido en una estrella del celuloide, el bueno de Clint reinará en la década de los 70 de la mano de otro de sus personajes emblemáticos como actor: el detective Harry Callahan de la saga de películas de “Harry el Sucio”. A comienzos de dicha década se lanza por vez primera con un filme que siempre me ha gustado, y en el que ya apuntaba maneras de gran cineasta apasionado por el jazz, y me refiero a Escalofrío en la noche (1971). 


En los años setenta y ochenta alterna el western con el trhiller desde esa fecha, logrando títulos de 
calidad como Infierno de cobardes (1973), El jinete pálido (1985) o Bird (1988), biopic sobre la vida y la música del gran saxofonista Charlie Parker, sin duda una pequeña joya dentro de su filmografía como cineasta. Con Sin perdón (1992) comienza un Clint Eastwood que, a esta obra maestra, va a añadir otros títulos memorables como Los puentes de Madison (1995), Mystic River (2003), Million Dolar Baby (2004) o Gran Torino (2008) o El intercambio (2008). En la segunda década del actual siglo, Eastwood, además de actuar, mantiene un nivel excelente en varias obras más, demostrando una capacidad de trabajo inagotable y prolífica, a pesar de su ya avanzada edad. Fruto de ese trabajo ven la luz títulos como El francotirador (2014), Sully (2016), Mula (2018) o Richard Jewell (2019).


Actualmente, a sus 94 años de edad, Clint Eastwood, nos entrega la que, quizá -ojalá no-, sea su última 
gran obra. No tan redonda y maestra como las que he nombrado anteriormente, pero sin duda, de una gran calidad y muy por encima de la media actual.



En Jurado Nº 2, Eastwood nos narra la historia de Justin Kemp, un joven que va a ser padre de familia por vez primera. Mientras forma parte de un jurado en un juicio por asesinato, se encuentra luchando con un serio dilema moral que podría utilizar para influir en el veredicto del jurado y potencialmente condenar o liberar al asesino acusado. 

En Jurado Nº 2, apoyado en un sólido guion de Jonathan Abrams y la banda sonora de Mark Mancina, Eastwood desarrolla un drama judicial en el que están presentes sus grandes temas y dilemas morales de siempre: El sentimiento de culpa, la redención, el perdón y el castigo.



En el reparto, un convincente Nicholas Hoult, interpreta a ese joven esposo y futuro padre que se debate entre hacer lo correcto o escapar de una situación que le viene grande y que puede afectar a su vida y la de su familia con terribles consecuencias. Pero la verdadera estrella del reparto a nivel de fuerza interpretativa reside en la extraordinaria Toni Collette. La veterana actriz australiana, que acumula multitud de premios y nominaciones, es una de mis favoritas. Una todoterreno que ya se merece el Oscar a la mejor actriz y que, con este Jurado Nº 2 es posible que lo consiga. También muy bien J.K Simmons, en un papel breve pero de vital importancia en la historia.



Jurado Nº 2 tiene coincidencias y bebe de algunos grandes títulos que Eastwood, como gran cinéfilo además de cineasta, es seguro que homenajea en esta historia. Y me refiero a Muerte de un ciclista (1955) de nuestro gran director Juan Antonio Bardem, pero sin duda, Doce hombres sin piedad (Sidney Lumet, 1957), es la que más ha influido en su estructura y entramado de suspense.



Con todos estos mimbres, con una dirección impecable y un proceso narrativo que engancha y no deja respiro al espectador, Clint Eastwood vuelve a revelarse como uno de los grandes directores clásicos que nos quedan a los buenos aficionados. Ojalá, no sea su última película, pero si lo fuera, sería un gran testamento cinematográfico de una figura ya legendaria del cine, que ha triunfado por su gran talento, no sólo como intérprete, sino como cineasta, productor y compositor. 

Si son seguidores de la carrera de esta, repito, leyenda viva del cine, no pueden dejar de acudir a las salas de cine para disfrutar de este último trabajo de Clint Eastwood. Su calidad y extraordinaria trayectoria, sin duda, lo merecen. Un maestro que, aunque un día nos deje, nunca morirá, porque su legado cinematográfico es tan grande que, sin duda, vivirá siempre en todas las personas que amamos el cine y lo consideramos: un Arte.

GONZALO J. GONZALVO

Escritor y Crítico de Cine

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