jueves, 28 de junio de 2018

Western (2017)***

Dir: Valeska Grisebach
Int: Meinhard Neumann, Reinhardt Wetrek, Waldemar Zang, Detlef Schaich

Una cuadrilla de obreros alemanes sienta campamento en un pueblo búlgaro para levantar una central hidráulica. Molesta el descaro zafio de su despliegue, ofende la saña eficiente con que desarraigan el paisaje, y agravian con sus sudores masculinos de beberse la paga y silbar agudo al paso de las chicas...

Es el tercer largometraje de la directora alemana Valeska Grisebach (antes realizó Mein Stern, en 2001, y Senhsucht, en 2006), que parece tomarse con calma sus proyectos. Dos películas más contaron con su asesoría en el guion: Die Ausbildung (2011), de Dirk Lütter, y la celebrada y premiada Toni Erdmann (2016), de Maren Ade, otra realizadora alemana que está apostando por un estilo personal, más allá de la vulgaridad y atonía de la producción alemana más comercial (y televisiva).



Es cierto que estamos ante "una reflexión sobre la virilidad como expresión de dominio,...sobre el machismo como una cuestión relacionada no con hombres y mujeres, si no con el poder", pero también Valeska Grisebach se permite reutilizar los parámetros del western, un género cinematográfico tradicional norteamericano, descaradamente machista, y hacer un excelente ejercicio de fusión entre ficción y documental, entre actores profesionales y no actores.



El protagonista principal es Meinhard (Meinhard Neumann), un tipo duro, al parecer forjado en la legión extranjera y en Afganistán, taciturno y solitario, será el único de los trabajadores alemanes que intentará aproximarse a los nativos del lugar. Con no pocas tensiones, tendrá una relación muy cercana con algunos de ellos. Las referencias al western clásico, aparecen en muchos momentos relacionados con la dureza del agreste paisaje, con los caballos (sí, también con ellos), con las tensiones entre "invasores" y los lugareños. 



La habilidad de Valeska Grisebach consiste en la acertada mezcla de ficción y realidad, en el 
análisis de una colisión inevitable entre el capitalismo moderno y las formas de vida rural, 
destinadas a desaparecer, pero que se resisten como pueden a la imposición de los avances 
tecnológicos. 

Una mirada femenina, fresca, inteligente y analítica sobre el mundo de los hombres. 

Roberto Sánchez

-Aragonia-

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