viernes, 21 de octubre de 2016

Inferno (2016)**

Dir: Ron Howard
Int: Tom Hanks, Felicity Jones, Ben Foster, Irrfan Khan, Omar Sy, Sidse Babett Knudsen, Ana Ularu, Jon Donahue, Cesare Cremonini, Xavier Laurent, Fausto Maria Sciarappa, Juan Ignacio Pita.

Robert Langdon, el famoso profesor de simbología (interpretado por Tom Hanks) se encuentra tras el rastro de una serie de pistas conectadas con el mismísimo Dante. Cuando Langdon despierta con amnesia en un hospital italiano, hará equipo con Sienna Brooks (Felicity Jones), una doctora de la que él espera le ayude a recuperar sus recuerdos. Juntos recorrerán Europa en una carrera a contrarreloj para desbaratar una letal conspiración global. 

La adaptación de la novela de Dan Brown (no hace falta que recuerde que también fue el autor de El código Da Vinci), a cargo de David Koepp, y la realización de Ron Howard no pueden resultar más rutinarias. La interpretación de Tom Hanks (un actor de gran predicamento en Hollywood) es realmente mala y, parece, que una tercera convivencia con este personaje le ha superado. 


Inferno peca de ser previsible y ni siquiera el forzado ritmo narrativo, o las ensoñaciones infernales de su protagonista, salvan la función. 


Siendo muy generoso, podríamos decir que estamos ante la consagración como serie “B” casposa de los argumentos salidos de la producción de novelas de éxito (pero muy alejadas de cualquier calidad literaria o de valor histórico) del ínclito Dan Brown. 

Por cierto, en ese tono de producto de serie “B”, aunque estemos ante un presupuesto elevado del cine norteamericano, lo único (el único) que me sacó ligeramente de la apatía fue la interpretación del actor hindú Irrfan Khan, uno de los más reconocidos y capaces de su país, que con su personaje Harry Sims “The Provost”, logra introducir un humor muy negro, y dejar claro que los límites entre el bien y el mal no son muy precisos. 

Vamos, que no ha producido ninguna sorpresa agradable en quien esto escribe. Ya me pasó lo mismo con las dos anteriores entregas, El código Da Vinci (2006) y Ángeles y demonios (2009), y es que era difícil que de novelas mediocres (y encima pretenciosas) pueda resultar una adaptación cinematográfica apreciable. Sólo unos pocos (por ejemplo, Sir Alfred Hitchcock) lograron convertir textos mediocres en películas memorables y desde luego Ron Howard, un buen “artesano” generalmente, no ha sido capaz de lograr ese milagro alquímico que supone transformar la vulgaridad escrita en excelencia fílmica.

Roberto Sánchez


-Aragonia, C. Grancasa, Palafox, Puerto Venecia, Yelmo-

1 comentario:

Luis Betrán dijo...

No siempre,el "supremo genio del cine" (no para mí, obviamente) sir Alfred llevó a cabo un bodrio fílmico partiendo de un bodrio literario: "Topaz". Saludos.